31 de julio de 2009

Hombres con pollera

Vi Troya de nuevo... y si, caí en la tentación... mala, mala, salvo por algunos diálogos que cuestionan la guerra pero sin ninguna moraleja. Brad Pitt es un bombónnnn, pero Aquiles no convence a nadie. Legolas, digo Paris, es bueno con las flechas nomás. Héctor se ganó mi corazón pero también me dejó con las ganas... y esa eterna cuestión de que son las pasiones las que mueven al mundo, está poco lograda: amor, gloria, poder... uno se tiene que poner de algún lado, pero la película no me llegó, así que no me puse de ningún lado.

Un comentario extra: que poco le duraron las ropas virginales a la esclava... y si..., tiene que elegir entre el Dios Apolo o Brad Pitt? Dios Apolo o Brad Pitt?... uhmmm, que será??? Y ganó... Brad Pitt. Yo hubiera hecho lo mismo, ah! pero Brad Pitt es Aquiles, la verdad es que Aquiles estaba muy preocupado porque se acuerden de su nombre... yo lo único que me acuerdo es de Brad Pitt... imaginate esa película con cualquier otro en el papel de Aquiles, directamente un fiasco... ahh... y voto porque los hombres usen pollera, trencitas, hebillitas, collares y pulseras.


Podés verla por canal Space durante agosto.

No apta para gente que se aburre fácil.

Mentime que me gusta

“¿Qué tendrá el petiso?”, se preguntaba por aquél entonces Ricky Maravilla en una canción. La misma duda se me cruzó por la cabeza cuando comencé a ver “Lie to me”, la serie que lanzó el canal Fox hace unas semanas. El protagónico está encabezado por Tim Roth, aquel actor británico de 170 centímetros (de altura) que supo aparecer en la Pulp Fiction de Tarantino y en el Planeta de los Simios de Burton. Si no te acordás de su cara en ésta última, es porque estaba disfrazado de mono. Pero no importa, el petizo se la banca y le pone el pecho a esta nueva serie que desde el vamos parece interesante.

Roth comanda una suerte de consultora que promete a sus clientes descubrir si alguien está mintiendo con solo mirarlo. Y mientras vas viendo los capítulos, vas aprendiendo que los humanos hablamos con los gestos y no sólo con las palabras. Y te convertis en un infeliz que se queda ojeando la cara de su jefe para ver si levanta la ceja, o se rasca la nariz, cuando te promete un aumento de sueldo para cuando pase la crisis. O yo seré muy crédula o es bastante difícil el ejercicio. Con razón esta gente cobra mucho por sus servicios.

Al resto del repertorio de actores no lo conozco, jamás los había visto antes y sólo me interesé por esta propuesta porque estaba Tim Roth. Como dijo una amiga: “Mentime que me gusta”…

La podés ver por Fox (si tenés cable) los lunes a las 22 horas. Repite el sábado a la 1, por si justo ese finde te agarró el viejazo y te cerró el video.

No apto para obsesivos.

La femme Bonita

Quién no recuerda a Nikita, la rubia y alta supersecreta espía de una delegación del gobierno que sale a matar terroristas vistiendo camperas de cuero y tacos altos. Si nunca la viste, vegetaste en la década del 90, salí del tupper!

La Femme Nikita es una las mejores series que se han hecho. Oscura y super estlista, se despegó oportunamente de su taquillera predecesora y homónima película francesa. Acá vemos a una Nikita (interpretada por la despampanante australiana Peta Wilson) que no es culpable del delito de la que se le acusa y, sin embargo, es captada y retenida en contra de su voluntad por la Sección Uno para luchar contra el terrorismo (aquél previo al 9-11). A su lado está Michael (el increíblemente apuesto canadiense Roy Dupuis), mentor, amante ocasional y misterioso agente que le da órdenes. Y más arriba, Operaciones y Madeleine, jefes despiadados si los hay.

En el marco de las misiones, las escenas de acción y la tortura, Nikita es, ante todo, una excepcional historia de amor, donde nada es lo que parece, nadie dice lo que piensa y todos son malignos, pero siempre en pos del bien común. Y qué querés que te diga, Nikita sabe cómo patear traseros con estilo, pero si alguna vez la vez sonriendo es pura casualidad.

Un dato llamativo de este programa fue que la agencia se manejaba sin usar papel. Ni una hoja impresa, ni un recado, ni un almanaque, ni una resma. Nada de papel. Obviamente, la carencia de este elemento se suplía con equipos de alta tecnología que, luego de una década, aún son difíciles de encontrar por estas latitudes.


Afortunadamente (para mí), la están pasando por Canal Space (siempre y cuando tengas cable) al mediodía, y también a las 8 y a las 4 de la mañana. Ya sé, son horarios imposibles para gente que labura, pero si tenés una VCR grabatela, yo sé lo que te digo.

No apto para claustrofóbicos y depresivos.

No woman no cry

¿Querés llorar viendo una película? Te recomiendo Marley y yo. Si con este film no derramás una sola lágrima, es que sos un insensible de mierda. Olvidate de “La última nieve de primavera”, ésta es la película más triste en la historia de Hollywood. ¿Y qué tiene de diferente? El protagonista es un perro, un golden retriever color té con leche llamado Marley. Pero no te confundas con Chatrán o con alguna de esas calamidades que tienen como personaje central a un animal.

Acá el perro cumple la función de reloj en la vida de los dos protagonistas: la bellísima Jennifer Aniston y el talentosísimo rubio con nariz imperfecta, Owen Wilson. Ellos son periodistas, se mudan a Miami para comenzar su vida de familia, y en un intento por demorar la llegada de los hijos, se compran un perrito. Y qué perrito! Marley, que fue bautizado así por haber celebrado una canción del gran rasta man jamaiquino, es de esos bichos que destrozan todo, hacen pis en la pata del sillón del living, se comen los muebles, se bañan en la piscina. Y mientras Marley crece, los personajes también crecen, y eventualmente van teniendo hijos y haciendo sacrificios y tomando decisiones. Y todo aquél que haya tenido alguna vez una mascota, sabe que no estará allí para siempre.

En un tramo hacia el final (no te preocupes que no voy a contar como termina), los niños, ya grandes, vuelven de la escuela en el autobús. Marley los está esperando en la parada, sentado. Uno de ellos pregunta como sabe el perro a qué hora llegan. El hermano le dice: “No lo sé. Simplemente lo sabe”. Preparate los pañuelos.

Un dato interesante: La producción utilizó 22 perros distintos para darle vida a Marley.

No apto para primeras citas.

Disponible en DVD y en el mercado negro cerca de casa.