9 de marzo de 2011

2 y medio menos 1

Charlie Sheen es un caso muy particular. Se te queman los libros a la hora de catalogarlo como actor, porque la mayor parte de su reciente trayectoria y come-back a las pistas se la pasó haciendo “Two and a half men”. En ese sentido, uno de los grandes debates a la hora de ver esa serie es justamente ¿dónde termina la persona y comienza el personaje?, si es que realmente existe la diferencia. Cómo lográs hacer una discrepancia si hasta lo bautizaron con el mismo nombre: Charlie. Definitivamente, hay que decir que Sheen se consiguió el mejor trabajo del mundo, ganar fortunas por ser él mismo. Y lo más irónico de todo, es que fue despedido por ser él mismo.

Una breve cronología: Charlie Sheen se alquiló una pieza de hotel, estuvo de fiesta varios días y después terminó internado en un hospital por dolores causados por una supuesta hernia. Después se metió a un programa de rehabilitación, se peleó fuerte con una de sus ex, pidió un aumento de sueldo y blasfemó en público a creadores, productores y compañeros de la serie. No se salvó nadie. Encima, coronó el exabrupto diciendo que los concurrentes a Alcohólicos Anónimos eran “perdedores” que solo anhelaban su estilo de vida, que él era un “ganador” porque seguía vivo y que podía curar sus adicciones “con la mente”. Nada que a Charlie Harper le hubiera sorprendido. Se fue a la mierda.

Ahora bien, más allá de los rasgos misóginos que forman parte fundamental de esa comedia, Charlie Sheen y su hermano en la pantalla, Jon Cryer, hacen reír, y muchísimo. Pero, siempre hay un pero, lo que a los simples mortales les causa gracia en la pantalla, no necesariamente tiene su correlato en la realidad. Es decir, pueden perdonar cualquier cosa en la ficción, pero el comportamiento de un Charlie Harper es poco aceptable en la rutina diaria. Si no pregúntenle a Bill Clinton.

Ay Charlie, Charlie. Te disparaste en el pie. Qué se le va a hacer. Pasa hasta en las mejores familias. Lo único que espero es que no hagas la gran “Mel Gibson” de llamar una conferencia de prensa para pedir disculpas en público.

3 de marzo de 2011

Sir Colin

Un día viene una amiga y me pregunta si lo conocía a Colin Firth. “No personalmente”, le dije, pero agregué que a esta altura del partido si tenés cerca de 30 y no viste “El diario de Bridget Jones” no tenés idea de la vida. Es como no haber visto “Montaña Rusa” hace casi dos décadas. La cosa es que mi amiga se había enganchado con Colin Firth, pero no tenía idea de cual había sido su mayor éxito.

Colin Firth se volvió conocido para las masas de minas europeas cuando protagonizó al señor Darcy en la versión miniserie que hizo la BBC de “Orgullo y Prejuicio”. Serie que yo vi fascinada con mi abuela hace años. Inglés hasta la médula, el tipo supo combinar dosis justas de glamour, indiferencia y sensibilidad a uno de los caracteres más famosos creados por Jane Austen. Después de eso, todo fue cuesta arriba para él. (O cuesta abajo, depende de lo que signifique para vos que todo le fue más fácil). Es más, Helen Fielding se inspiró en ese rol para crear el “Mark Darcy” de “Bridget Jones”. Y después, ¡oh providencia!, lo llamaron para hacer la película, que en lo que a elenco británico se refiere, no pudo ser más acertado. ¿Te acordás? Hugh Grant versus Colin Firth por el amor de Renée Zellweger. Hugh Grant, que es como una hamburguesa con fritas, y Colin Firth que es como un lomo de pescado pangasius. Y es sabido ya que las minas siempre nos enganchamos con la comida rápida, pero con suerte alguna vez terminamos cenando en un buen restaurante.

En fin. El otro día Colin Firth ganó el Oscar a Mejor Actor por “El Discurso del Rey” en el que brinda una memorable y bella interpretación de un monarca tartamudo. Se lo merecía. Es más, ganó varios premios más, creo que todos los que había. El flaco se manda una actuación de la puta madre que te hace llegar a estados emocionales cercanos al lagrimeo, desde el nudo en la garganta hasta el llanto feroz, dependiendo de con quién fuiste al cine ese día. Si era tu hermana: moco tendido, si era una primera cita: angustia atascada. Y que no me vengan a decir que la compañía no influye en los estados de ánimo a la hora de ver una peli.

Después del Oscar, y por mera casualidad o conveniente previsión, el cable está pasando varios filmes que lo tienen a Firth como protagonista. No te lo pierdas. Es un divino, uno de esos que te dejan pensando que allá lejos en el horizonte todavía hay tipos honorables.

Luz, cámara, Ben

Muchos lo gastan a Ben Affleck. Dicen que es mal actor y que solo se dedicó a beber cerveza mientras Matt Damon escribía el guión de “En busca del destino”. Mala leche. Puede ser que Ben Affleck no tenga el charme de George Clooney o la versatilidad de Johnny Depp, pero el tipo es inteligente. Que no me jodan. Y no es que una ande buscando inteligencia en la pantalla porque hay que reconocer que ese barco ya zarpó, pero cuando aparece es justo reconocerlo.

Capaz Ben Affleck no se distinguió en su pasado pos-Ocar por elegir buenos papeles y con mucha razón fue nominado cinco veces a los premios Razzie (a las malas performances) pero ha demostrado agudeza y capacidad a la hora de escribir y en la transición que viene haciendo hacia la dirección cinematográfica.

Desplegó talento con “Desapareció una noche”, en la que dirigió a su hermano Casey, y lo vuelve a hacer con “Atracción peligrosa”, en la que se dirige a sí mismo y al nominado al Oscar -por su papel en esa peli-, Jeremy Renner. “Atracción peligrosa” es una excelente puesta en escena del thriller-policial-romántico, si es que existe semejante categorización. La cosa es que está buenísima. Una mezcla de “Punto límite”, “Fuego contra fuego” y “Carlito’s way, con el bonus track de tenerlo a Ben Affleck crecidito, rebeldón y muy fachero.

Y aquí hago un paréntesis para plantear una duda existencial. Será que muchos de estos tipos se ponen mejor con la edad (ejemplo: Leonardo Di Caprio, Matt Damon, Brad Pitt, Ethan Hawke, Keanu Reeves, Christian Bale, Patrick Dempsey, y hasta el mismo George Clooney); o será que una va ganando años a la par y ya los de 20 no le gustan tanto. Todavía no me decido.

Atracción Peligrosa” (The town), escrita, dirigida y protagonizada por Ben Affleck, ya está disponible en DVD.