Tiene novio!

Voy a robar inescrupulosamente el tagline de “Becoming Jane” porque ninguna otra frase describe mejor de qué se trata esta película: “La mejor historia de amor de Jane Austen fue la suya”. Porque la mina, que le dio a todas sus heroínas lo que quisieron (eso sí, depués de mucha angustia), nunca se casó y decidió vivir de su pluma, muy a pesar de los comandos de la época. Pero tuvo un coqueteo juvenil. Y aunque poco se conoce sobre esa relación, el film se inspira en las novelas de la autora para recrear el que pudo haber sido el gran amor de su vida.

Jane, que es retratada bellamente por Anne Hathaway, -quien además casualmente sostiene una sutil semejanza con los pocos retratos que se difundieron de la escritora-, conoce a Tom Lefroy, amigo de un pariente e interpretado por James McAvoy, -ese escocés que a su vez sostiene una sutil semejanza con mi camarada Nicolás-. Y se enamoran, como se podía y debía en esa época: saludando con reverencias, escribiendo cartas y bailando con coreografías. Pero si eras mujer, las chances de casarte con quien querías, eran totalmente proporcionales a la cantidad de dinero que podías heredar como dote. Y Jane era pobre. En fin.

Si a vos te gustan las películas basadas en sus libros, estoy hablando de “Sensatez y Sentimientos”, “Orgullo y Prejuicio”, “Persuasión”, “Emma”, Mansfield Park” o “La abadía de Northanger”, tenés que ver esta también. Pero antes prepará los pañuelos.

La pasan por I-SAT.