16 de septiembre de 2011

Jorge no te vayas, Jorge vení

Corría el año 2001 y Soledad ‘Solita’ Silveyra arengaba desde la pantalla: “Adelante mis valientes!”. Con estas palabras animaba a los jóvenes y neófitos participantes de la primera vuelta de Gran hermano. La mano puesta en la "cucaracha" escuchando atentamente lo que venía de producción, la sonrisa congelada, los brazos abiertos, la mirada naif y comprensiva, así conducía la actriz aquella experiencia que era nueva para todos: productores, conductores, participantes, televidentes, canales, chimenteros, etc. Desconozco por qué no funcionó, pero puedo arriesgar una teoría. Solita era buena mina, se ría, siempre buscaba ver la parte iluminada de la luna, del corazón y de la fuerza de las personas. Aquellos fueron los años felices en que el espectador premió con su voto la desgracia representada en distintos personajes, siempre necesitados de algo: dinero, afecto, otra oportunidad.

Pero la mirada del Gran Hermano no pudo permanecer siendo piadosa y ahí fue donde apareció Jorge Rial.

Rial, conocido por siempre encontrar en lado oscuro de la luna, del corazón y de la fuerza de sus célebres víctimas.
Rial, que hizo desaparecer de la faz de la tierra televisiva al primer ganador del reality, Marcelo Corazza, luego de exponer su sexualidad en una cámara oculta.
Rial que calificó a otro Gran hermano, Gastón Trezeguet, de “pelotudo y drogadicto” cuando el chico le dijo que era un “criminal” por violar el derecho a la intimidad de Corazza.
Rial, a quien convengamos, no le importa nada.

Sabiendo que los códigos televisivos son flexibles y que dentro de la caja boba mucho se perdona y olvida, ese mismo Rial llegó a conducir Gran Hermano a partir de la versión 2007. Según el sitio Primicias ya, esa temporada, con el chimentero a la cabeza, el show llegó a medir 50.3 de rating en su gala final.

Lo más intrigante, si se quiere, fue que desde aquellos días, se comenzó a premiar otra actitud en los participantes. La “necesidad” dio paso a la “estrategia”, la “vida misma” dio paso al “juego”, con sus máximos exponentes representados por Marianela Mirra y Cristian “U” Urrizaga, chicos que no tuvieron problema de “traicionar” a sus denominados amigos y convivientes para ganar el jugoso premio.

Hoy justamente, el ex paseador de perros y polémico último vencedor está de paso por nuestra ciudad para supervisar el casting local que Teleocho hará mañana sábado 17 de septiembre, para la edición 2012 de la casa más famosa del país.

Mientras tanto, Jorge Rial anunció en estos días vía twitter que ya no conducirá Gran Hermano. Termina una era. Desde que el popular animador comunicó su abdicación, se barajan nombres como los de Marley y Mariano Peluffo para reemplazarlo. Marley, que es más bueno que Lassie con bozal. Pero así es la vida. Para Rial, la “etapa ya pasó”. Y ¿para la audiencia qué? Hay que decir que, lamentablemente, para bien o para mal, sin él, ya no será lo mismo.






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