17 de junio de 2011

Un mundo perfecto

- Dedicada a las chicas que leen Bonelli -

Confieso que nunca había oído hablar de Florencia Bonelli hasta la semana pasada. De adolescente fui instruida por mi abuela en la lectura de novelas rosas de autores como Danielle Steel y Sidney Sheldon, pero habían entorpecido mi apreciación de la realidad sumiéndome a una búsqueda implacable de príncipes azules que no existían y contribuyendo a crear un Super Yo demasiado exigente. Poco a poco fui creciendo y mis fábulas de amor me hicieron ver que los hombres estaban muy lejos de ser parecidos a los altos y rubios modelos que servían a mujeres despampanantes de esos libros, no precisamente por las características físicas, sino por que simplemente esos tipos no existen. Así, me fui enemistando con las páginas románticas y buscando otro tipo de lecturas como "1984" y "Un mundo feliz", que distaban mucho de ser platónicas. El psicoanálisis y la Universidad hicieron el resto.

El jueves pasado, en una incursión por las redes sociales me topé sin querer con una conversación ajena en la que varias amigas mencionaban a Bonelli, o más bien dicho, la idolatraban. Las conversaciones vía Facebook tienen eso: una puede inmiscuirse en un tema del que poco sabe, sin ser notada, sin tener que aportar al diálogo, casi como escuchar por detrás de la puerta. En fin. Las chicas discutían sobre escenas de varios de sus libros, hablaban sobre noches en vela leyendo, conversaban sobre maridos que no complacían sus expectativas y declaraban embarazos no deseados atribuidos al poder del libro. Me sentí muy tentada por saber de qué se trataba. No era "El Secreto", ni alguno de estos libros de autoayuda. Entonces, ¿qué tenía esa mujer que hacía que una mina perdiera horas de sueño leyendo y después se lanzara hacia el primer torso velludo que se cruzara por su camino?

La respuesta me la dio mi librero masculino de confianza. “Bonelli escribe novelas eróticas señorita”, me dijo. “Ahhhh”, respondí yo con cara de póquer. No es fácil disimular inmutabilidad frente a una frase de esas características. Es casi casi como ir a comprar forros a la farmacia. “Déme dos”, le dije a continuación. Pero mi librero de confianza, no estaba del todo acertado. Habiendo leído “Lo que dicen tus ojos” en dos noches, y no viendo la hora de empezar a leer su continuación “Caballo de fuego”, descubrí qué hacía delirar a mis amigas. Bonelli no escribe solo historias sexuales, sino que tiene el gran poder de crear personajes masculinos ideales, personajes femeninos perfectos y contextualizar a ambos en una historia de amor de esas que es muy poco probable que existan, con dosis de pasión que duran más que una pila Duracell, y encima les dedica un final feliz. Tratar de describir lo que genera Bonelli en sus lectoras es como tratar de describir colores. No se puede. Hay que sentirlo.

Los máximos detractores de esta contadora cordobesa devenida escritora, apuntan a la carga estereotipada de su discurso y su previsibilidad. Ella misma lo reconoce y se defiende (a sí misma y también a sus lectoras) en una entrevista que le hizo el diario La Nación el año pasado: “Final feliz siempre. Sabemos que los personajes van a terminar juntos, el chiste es cómo van a llegar hasta ese final. Cómo sortean los problemas, quiénes los van a querer separar. A otras personas les gustará leer una literatura más filosófica. A nosotras nos gusta esto”. Y sí. El deseo femenino por el príncipe azul todavía goza de buena salud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayyyyyyyyyyyy amiga mía!!!!! que bien describís a mi escritora favorita!!!! Viste q te iba a gustar la Bonelli??? Imposible no engancharse. Y si preferis mezclar un poco de romanticismo con una pizca de historia argentina te recomiendo Indias Blancas (Nahueltruzzzzz, ahhhhhh!!!) y el cuarto Arcano, que te van a llevar un poquito mas de 2 noches!!! Igual yo me devoré Caballo de Fuego - París, en poco mas de 1 semana, aclaro: con trabajo, esposo y 2 hijos!! Otra aclaración válida: Caballo de Fuego son 3 libros, porque para las q estamos esperando desesperadamente el final feliz, con Caballo de Fuego la Bonelli nos pone la tapa y concluye con la frase: Final Primera Parte: Naaaaaaaaaa!!!!!! Una quiere el besoooooo, los hijos, la casa de mármol, la vida plena!!!!!
Belén Ramos

Anónimo dijo...

Coincido con ustedes!!!
Es así de sencillo: lees a Florencia y te colgás de primer torso peludo que se te cruza (mi marido en mi cas).
Caballo de Fuego te deja con la boca abierta, DESESPERADA por seguir leyendo. Me lo llevé de vacaciones con marido y 3 hijos y en una semana lo leí 2 veces!!!
Eliah!!!! Roger Blackraven!!! Nahueltruz!! Kamal (aunque el hijo es una versión perfeccionada de Kamal)!!Todos son para el crimen
Eugenia