Manotazo de ahogada

Esto no tiene nada que ver con cine ni con TV. Te voy avisando para que no te sorprendas. El otro día, más precisamente el miércoles 23, en vísperas de Noche Buena, yo tuve una de las peores veladas de mi vida. Volvía con mi autito de la casa de mi hermana en plena tormenta y naufragué en el río que se había formado entre las calles Tandil y Richieri, en barrio Jardín.

Estuve una hora metida en el coche, sintiendo como el agua subía lentamente hacia los asientos, mientras yo llamaba desesperada por celular a toda mi familia para que viniera a rescatarme y miraba de reojo como el A3 me pasaba a cinco centímetros de distancia haciendo olas y moviendo el vehículo como si fuera la balsa de Tom Hanks en Náufrago.

Tuve que ser evacuada por cuatro tipos que me sacaron del auto y me llevaron hacia la vereda en medio de la lluvia, haciendo equilibrio para no lastimarse los pies, tocar cables pelados o postes de electricidad. Después, cuando la lluvia aminoraba, el mismo grupo de hombres empujó el Corsita -cual bote- hacia una calle no inundada y lo dejamos allí abandonado hasta que la grúa fue a buscarlo al día siguiente. Una experiencia que no se la deseo a nadie.

Esos tipos, que me ayudaron sin medir los riesgos, fueron mi regalo de Navidad. Capaz se fueron a dormir sintiendo que hicieron la obra del día. A mí, no me alcanzaron las palabras de agradecimiento. Después, para liberar un poco de tensiones, hicieron chistes sobre la destreza de las mujeres al volante y lo poco que valdría el auto con los tapizados húmedos y el aceite aguado. Yo me lo banqué como una señorita: calladita y muerta de frío.

Ahora se viene el mangazo. Este blog fue propuesto para los Premios Internacionales de Blogs de Deutsche Welle -The BOBs. Si querés hacer TU obra de bien del día, si te gusta este espacio, si tenés ganas, si no tenés otra cosa que hacer, si te gusta leer las huevadas que escribo, visita el sitio http://www.thebobs.com/index.php?w=1261576212824167UZJVPIWG y dale un empujoncito (podés votar en “Emitir evaluación propia”). Yo lo veo lindo, como uno ve a los hijos. No sé vos. Pero nunca se sabe hasta donde podemos llegar con ayuda de los otros.

Gracias! Espero tus comentarios en las reseñas.

Tati