16 de marzo de 2010

Hermanos, en lo bueno y en lo malo

Un amigo mío tiene nueve hermanos. Cuando nos conocimos y me tiró el número de progenie que engendraron sus padres quedé anonadada. Habiendo querido ser hija única durante toda mi adolescencia, le pregunté como hacía para aguantarlos a todos o, cosas simples, como acordarse de los nombres. El me contestó: “No puedo imaginarme la vida sin ninguno de ellos”. Me llevó mucho tiempo entender el concepto. Los hermanos suelen ser quienes nos quitan la atención de nuestros padres, nos pegan cuando son más grandes, no nos prestan la ropa y nos dicen las verdades más punzantes sobre nuestra existencia. Pero en definitiva, son los seres contemporáneos que nos acompañarán durante toda la vida. Y mi amigo tenía razón, yo tampoco puedo imaginarme la vida sin alguno de los míos.

En la historia de la TV se me vienen a la cabeza varios novelones donde los hermanos fueron protagonistas. El más triste que recuerdo, aún más que “La Familia Ingalls”, fue “Party of five”, donde cinco hijos de distintas edades quedan huérfanos por culpa de un conductor ebrio y sufren todas las miserias habidas y por haber, desde problemas de finanzas, pasando por enfermedades terminales, adicciones, romances truncos, etc. Sí, sí, fue una de las series yankis más deprimentes de la historia pero lanzó a la fama a Neve Campbell, Matthew Fox y Jennifer Love Hewitt.

Bueno, el miércoles 17 arranca la cuarta temporada de “Brother and Sisters”, esa tira televisiva que resucitó a Rob Lowe de las cenizas del destierro cinematográfico, mismo lugar de donde sacaron a otros como Charlie Sheen, Kiefer Sutherland y Patrick Dempsey. “Hermanos y Hermanas” no cala tan profundo como “Party of Five”, pero tampoco deja de lado las clásicas dificultades de trama que caracterizan a estas series que se extienden en el tiempo: homosexualidad y adopción, diferencias políticas, enfermedades terminales, esterilidad, adicciones, mentiras sobre paternidad, infidelidad, sexo casual, etc. Mientras más hermanos haya, más quilombos juntan.

Esta vuelta tratará el cáncer de Calista Flockhart, la postulación a gobernador de Rob Lowe, el romance extranjero de la maravillosa Rachel Griffiths, el casamiento del más chico, y otras “cosas comunes” que hacen a la vida de familia. Todo amalgamado con la presencia de Sally Field, que como madre, es más rompe huevos que en “Magnolias de Acero”, aunque por ello ya le dieron un SAG y un EMMY.

Va los miércoles a las 21 por Universal Channel.

Yo le doy 2 y 1/2 TATIS.

4 comentarios:

maria ines dijo...

Ya que hablás de hermanos, estaría bueno que esribas sobre el don que tienen tus dos hermanos menores, la penultima y el ultimo... al estilo de : me no estar too good javier, jajajajajaj, o será que a mi sólo me hace matar de risa????

Tati Sánchez dijo...

jajajaj. Todas mis reseñas están inspiradas en el don que tienen mis hermanos para recordar frases de películas.
Hoy, por ejemplo, estuvieron rompiendo las bolas con "No habrá un día, en que quieran volver, y cambiar, todos los días, por una oportunidad, de volver aquí, y pelear por su libertad". (William Wallace)
Y lo hacen todo el tiempo...

Anónimo dijo...

yo le agregaría otro tati, porque como otras series contemporáneas tienen la virtud de capatar la realiad y meor que eso...parecer que mi familia ES NORMAL !!!
dilo

Tati Sánchez dijo...

Sí sí, TODAS las familias parecen normales después de ver esto, incluso Los Simpsons.